EMPÁPATE DE EXTREMADURA

Posted by on Jul 23, 2017 in | No Comments
EMPÁPATE DE EXTREMADURA

 

EMPÁPATE DE EXTREMADURA
Concept | Direction | Editing

Client: EXTREMADURA TURISMO
Production company: TRAGALUZ

ES  Los amigos de Tragaluz fueron invitados a participar en el concurso de ideas para la campaña de verano de Turismo Extremadura y ellos a su vez pensaron en mí para idear una propuesta original y diferente, que fuese factible teniendo en cuenta el limitadísimo presupuesto que se anunciaba en el pliego de condiciones. La premisa era la promoción de Extremadura como destino de verano a nivel nacional, en Portugal y a nivel interior, representando la segunda parte de la campaña Extremadura es agua iniciada en 2016. De este modo se debería poner en valor el interés en Extremadura como región de España con más kilómetros de costa de agua dulce, ofreciendo infinitas opciones de turismo de baño, turismo activo, turismo náutico y turismo termal. De manera transversal se pretendía de alguna manera tocar la importancia de Mérida como referente cultural y la emergente importancia de La región como extraordinario destino para el turismo de estrellas con el reconocimiento de Monfragüe con la certificación “starlight”.

De esta manera, lo primero que se me vino a la cabeza fue idear algún recurso visual que llamara la atención y que permitiera recorrer varias localizaciones y tanta distancia con el equipo de grabación y artístico más reducido posible. Pensé en un solo personaje que interactuaba con el entorno a modo de una mágica coreografía, con el agua siempre presente. Pensaba en un mismo movimiento de cámara contínuo y en un ritmo musical atmosférico y repetitivo. Una especie de sampleado de hip hop. Pensaba en una sucesión radical de escenarios por corte directo y así destacar la riqueza y variedad de paisajes… y que fuera el personaje quien, con el acting y su posición en el encuadre dotaba de continuidad la narración. Y pensaba en un punto de vista diferente, intentando mostrar Extremadura de manera completamente cenital; los paisajes se convertirían de este modo en colores, texturas y formas casi abstractas, y elevando poco a poco la cámara tendríamos una progresión hipnótica que iría haciendo aumentar la sensación de grandeza. Estaba claro. Sería un spot rodado íntegramente con drones pero con un punto de vista plano, más cercano al satélite o la cartografía, que a los típicos puntos de vistas aéreos y las perspectivas convencionales.

El concurso se ganó y la campaña se realizó no con pocas dificultades. Lo más complejo del desafío resultó ser el hecho de tener que cambiar el chip narrativo convencional y pensar en cenital, en alturas, rotación, arriba y abajo para componer en una especie de lienzo bidimensional sin fugas ni perspectiva… De este modo, dependiendo del lugar en el que grabábamos, los encuadres funcionaban mejor a más o menos altura. Existía una diferencia desorbitada de altura entre la grabación en lugares tan íntimos y recogidos como el Balneario de Alange o la Garganta de Cuartos en los que no podíamos volar mucho más de 10 metros, mientras que en espacios como el crucero por el Tajo Internacional, la Playa de Orellana o la Cascada del Caozo, subíamos hasta 60 metros de altura y funcionaba mucho mejor la imagen. Así que para cubrirme las espaldas, se grabaron todas las alturas posibles a diferentes velocidades y posiciones del personaje para luego replantear el orden de los planos en postproducción y montaje. Llegados a ese punto, se buscó un equilibrio entre la idea original y ciertos saltos que traicionaban el espíritu del movimiento contínuo pero permitían mostrar la grandeza de ciertos lugares. La situación ideal habría sido la de siempre: poder localizar unos días antes con un dron… En paralelo se realizaron fotografías para desarrollar la campaña gráfica para prensa, internet y mobiliarios urbanos. Para representar el papel del personaje principal, más que un actor, necesitábamos un figurante bien dispuesto al que básicamente no le importara pasarse tres días metido en el agua, nadando y buceando. Suena bien pero os aseguro que estar metido en la Garganta de los Infiernos desde las 10 de la mañana durantes más de dos horas es duro. Fue un acierto la elección de Ángel Muela, un fotógrafo aventurero que se portó como un auténtico campeón. La verdad es que no se le reconoce porque básicamente se reduce a una hormiguita en la imagen pero su rubia cabellera funciona estupendamente. Todo se realizó en apenas tres semanas: Creatividad y concepto, localizaciones y preproducción, rodaje y postproducción. Espero que os guste el resultado.

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